Seguro que en alguna ocasión has sufrido un tirón en la espalda. En ese momento cuanto nos damos cuenta de lo necesario que es mantenerla en buen estado. Las contracturas musculares en la espalda no las esperamos nunca, pero alguna vez en la vida, aparecen. Con el paso de los años, tienden a visitarnos con mayor frecuencia y, si no les dedicamos la atención que merecen, pueden quedarse mucho más tiempo del que desearíamos.
En Fisionervión, somos expertos en el cuidado de tu salud y bienestar. En este artículo, te ofrecemos información sobre las contracturas musculares en la espalda, sus causas y cómo podemos tratarlas de manera efectiva.

Qué es una contractura muscular
Una contractura muscular es una condición en la que un músculo o grupo de músculos experimenta una contracción sostenida e involuntaria, resultando en rigidez, dolor y limitación en el rango de movimiento. Esto puede deberse a una variedad de factores, como fatiga, lesiones o tensiones musculares
Damián Romo, fisioterapeuta en Fisionervión Barakaldo
Te lo explicamos con otras palabras para que lo entiendas fácilmente.
Imagina que tus músculos son como bandas de goma en tu cuerpo. Estas bandas de goma pueden estirarse y contraerse para que puedas moverte. Ahora, a veces, estas bandas de goma se tensan mucho y se quedan «atascadas» en una posición, como si estuvieran en un nudo.
Eso es básicamente lo que sucede en una contractura muscular. Cuando un músculo se tensa demasiado y no puede volver a su estado relajado normal, se forma un nudo apretado en el músculo. Esto puede ser doloroso y hacer que te sientas incómodo.
Las contracturas musculares pueden ocurrir por varias razones. Puede ser porque te esforzaste demasiado haciendo ejercicio o porque mantenías una determinada postura durante mucho tiempo. Incluso el estrés y el cansancio pueden contribuir a que los músculos se contraigan y se formen estas contracturas.
Síntomas de las contracturas musculares en la espalda
¿Cómo puedes saber si estás lidiando con una contractura muscular en la espalda? Los síntomas varían de persona a persona, pero aquí te presentamos los más comunes:
- Dolor: El dolor es el principal síntoma y puede ser desde una leve molestia hasta un dolor intenso. Puede localizarse en una zona específica o expandirse a otras áreas.
- Movimiento Limitado: La flexibilidad de tu columna vertebral puede verse seriamente comprometida, lo que dificulta la realización de tareas cotidianas y disminuye tu calidad de vida.
- Debilidad Muscular: La debilidad muscular puede hacer que cargar objetos pesados o mantener una postura erguida sea un desafío.
- Rigidez: Si sientes rigidez en la espalda, tus movimientos se volverán rígidos, limitando tu libertad de movimiento.
- Espasmos Musculares: Los espasmos musculares son contracciones involuntarias que causan dolor y son un síntoma común en las contracturas musculares.
- Dolor de Cabeza: Curiosamente, las contracturas musculares en la espalda pueden extender su influencia hasta tu cabeza, causando dolor debido a la tensión en el cuello y la parte superior de la espalda.
¿Por qué puedo tener un nudo o contractura muscular?
Las contracturas musculares son un problema común que puede surgir cuando los músculos se someten a actividades inapropiadas en términos de intensidad o función. Estas molestas afecciones pueden manifestarse cuando se levanta un peso excesivo o cuando se realiza un esfuerzo prolongado sin el debido descanso. A continuación, te explicaremos algunas de las principales causas de las contracturas musculares:
- Exposición al frío: El ambiente frío o la falta de calentamiento adecuado antes de la actividad física pueden desencadenar contracturas musculares. Es esencial preparar los músculos antes de la actividad para evitar estas lesiones.
- Sobreesfuerzo: Exigirle a nuestros músculos una intensidad repentina o mantener una actividad intensa durante un período prolongado sin descanso adecuado puede llevar a la aparición de contracturas. Lo mismo ocurre si adoptamos posturas incómodas durante largos periodos de tiempo. Tanto las personas sedentarias como los deportistas deben prestar atención a la preparación y el descanso para evitar estas lesiones.
- Estrés emocional y tensión acumulada: El estrés emocional puede aumentar la tensión muscular y contribuir al desarrollo de contracturas. Gestionar el estrés de manera efectiva es crucial para prevenir este tipo de problemas.
- Deshidratación: La falta de agua y otros nutrientes esenciales como el magnesio, la glucosa y el potasio puede aumentar las posibilidades de sufrir una contractura. Estos elementos son vitales para el funcionamiento adecuado de los músculos, por lo que es fundamental mantenerse bien hidratado y mantener una dieta equilibrada.
- Edad avanzada: A medida que envejecemos, nuestros músculos tienden a perder elasticidad y resistencia, lo que nos hace más propensos a las contracturas musculares. Es importante que las personas mayores presten especial atención a la prevención y el cuidado de sus músculos.
Además, identificar la ubicación de una contractura puede ser clave para entender mejor el problema. Aquí tienes algunas pautas:
Zona lumbar o Espalda baja
Una contractura muscular en la espalda baja se refiere a lesiones musculares que afectan la región lumbar, lo que generalmente provoca dolor lumbar o lumbalgia. Esta zona es propensa a sufrir este tipo de afecciones debido a diversas razones que afectan la salud de los músculos y la columna vertebral.
Causas comunes de contractura en la espalda baja:
- Carga de pesos incorrecta: Levantar objetos pesados sin doblar las rodillas adecuadamente puede sobrecargar los músculos de la zona lumbar, lo que puede desencadenar dolor y contracturas.
- Mantener posturas erguidas: Permanecer de pie o sentado en un asiento sin respaldo durante largos períodos puede aumentar el riesgo de desarrollar una contractura en la zona lumbar debido a la falta de apoyo adecuado para la espalda.
- Malas posturas al dormir: Dormir en una posición que no respeta la alineación natural de la columna vertebral puede ejercer presión sobre los músculos de la espalda baja y contribuir a la formación de contracturas.
- Sedentarismo: Pasar mucho tiempo sentado sin tomar pausas para estirar y moverse puede acortar los músculos isquiotibiales, lo que afecta la salud de la espalda baja.
Región dorsal o espalda media
La espalda media, que abarca gran parte de la región dorsal y se extiende desde la duodécima vértebra dorsal hasta la cuarta o quinta vértebras dorsales, es una zona de la columna vertebral caracterizada por su limitada movilidad y su asociación con las costillas, incluyendo los omóplatos. La contractura muscular en esta área puede dar lugar a una afección conocida como dorsalgia, que se manifiesta como dolor en la parte media de la espalda.
Causas comunes de contractura muscular en la espalda media:
- Carga de pesos incorrecta: Al igual que en la zona lumbar, levantar objetos pesados lejos del cuerpo puede sobrecargar los músculos dorsales y contribuir a la formación de contracturas.
- Posiciones erguidas prolongadas: Permanecer de pie o sentado en un asiento sin respaldo durante largos períodos puede ejercer presión sobre la zona dorsal, lo que aumenta el riesgo de desarrollar contracturas en esta área.
- Malas posiciones al dormir: Las posiciones incómodas al dormir pueden tensar los músculos dorsales y dar lugar a contracturas en la espalda media.
- Tareas manuales prolongadas: Realizar tareas que requieran el uso constante de las manos o los brazos, ya sea con peso o de destreza, puede mantener los músculos de la espalda media (entre los omóplatos) en contracción constante, lo que aumenta la probabilidad de desarrollar una contractura.

Zona cervical o espalda alta
La espalda alta, que se extiende desde las primeras vértebras dorsales hasta la nuca, es una zona que a menudo causa molestias y dolor en muchas personas. La contractura muscular en la espalda alta puede manifestarse como dolor cervical o dorsal, afectando a una variedad de músculos, incluyendo el trapecio superior.
Causas comunes de contractura en la espalda alta:
- Posiciones erguidas prolongadas: Permanecer de pie o sentado en un asiento sin respaldo durante largos períodos, especialmente en trabajos de oficina que implican el uso del ordenador, puede ejercer presión sobre los músculos de la espalda alta, lo que aumenta el riesgo de desarrollar contracturas en esta área.
- Malas posiciones al dormir: Las posiciones incómodas al dormir pueden tensar los músculos de la espalda alta y dar lugar a la llamada tortícolis, un tipo de contractura que afecta el cuello y la cabeza.
- Tareas manuales prolongadas: Realizar tareas que involucren movimientos repetitivos de las manos o los brazos, incluyendo aquellos que pasan a través del omóplato, puede sobrecargar los músculos de la espalda alta y cervical.
- Problemas de visión: La tensión ocular y las dificultades visuales pueden provocar posturas inadecuadas al mirar pantallas o leer, lo que puede contribuir a la aparición de contracturas en la espalda alta.
- Movimientos bruscos: Movimientos bruscos, ya sean provocados por uno mismo o de forma pasiva (por ejemplo, en accidentes automovilísticos), pueden desencadenar contracturas musculares en la espalda alta y cervical.
Tratamientos de fisioterapia para recuperar tu espalda
Las contracturas pueden desaparecer por sí solas con el tiempo, pero si persisten o causan un dolor intenso, es vital buscar ayuda profesional.
La fisioterapia desempeña un papel fundamental en la recuperación, ya que relaja la musculatura, mejora la circulación sanguínea y promueve la recuperación.
Para ello, existen diferentes tratamientos:
-
Terapia manual: A través de la terapia manual y técnicas de masaje, conseguimos estirar o mover tus músculos y articulaciones, aliviando el dolor y mejorando la movilidad.
-
Punción seca: En esta técnica de fisioterapia invasiva conseguimos llegar a los puntos gatillo, desactivándolos para provocar una relajación muscular y reducción del dolor.
-
Neuromodulación percutánea: Se colocan agujas en el recorrido del nervio afectado por la contractura y aplicamos una corriente analgésica a las agujas para estimular nervios y musculatura, lo que provoca alivio del dolor, mejora de la función muscular y relajación instantánea.
-
Diatermia: Se usa calor profundo para relajar los músculos tensos y mejorar la circulación en la zona tratada, reduciendo la rigidez y el dolor.
Prevención
La mejor manera de luchar contra las contracturas es prevenirlas. Mantener un estilo de vida activo, mantener una buena postura y realizar estiramientos antes de actividades demandantes son estrategias efectivas de prevención. En Fisionervión, estamos comprometidos a ayudarte a mantener una espalda sana y libre de contracturas.
Si necesitas tratamiento para tus contracturas musculares en la espalda, no dudes en ponerte en contacto con nosotros en Fisionervión. En nuestras clínicas de Barakaldo, Bilbao, Etxebarri o Derio, recibirás el tratamiento de fisioterapia más adecuado para aliviar el dolor y mejorar tu calidad de vida. Tu bienestar es nuestra prioridad número uno. ¡Te invitamos a ponerte en contacto con nosotros y comenzar tu viaje hacia una espalda sin restricciones!